A un año del fallecimiento de once personas, seis chilenos y cinco panameños, en la explosión del SAN-100, el dolor embarga a los familiares de las víctimas de esa tragedia y ayer, viernes, cuando concluía la misa de recordación de esas personas, la mayoría de los familiares de ellos no aguantaron y rompieron en llanto.
En la Catedral Metropolitana, los miembros de toda la Policía Nacional acudieron a la misa de recordación de los que fueran sus compañeros y de la comitiva chilena.
Cuando monseñor Guillermo Tejada, párroco de la Catedral, cerraba el oficio religioso y anunciaba a la feligresía presente: "Pueden ir en paz, la ceremonia ha terminado", el llanto y las muestras de pesar de los familiares de la víctimas se apoderaron del templo católico.
"Es un dolor muy grande al recordar que un día como hoy perdí a mi esposa", sostuvo muy dolido el profesor Luis "Pipo" Celis, viudo de la comisionada María Angélica de Celis.
El comisionado Francisco Troya, director de la Policía Nacional, habló a nombre de los miembros de la institución y resaltó que "la pérdida de las unidades chilenas y panameñas los llena de un gran pesar".
DEMANDA
La familia del general de Carabineros, José Alejandro Bernales, anunció ayer la posibilidad de demandar ante tribunales internacionales al Estado panameño por el accidente del helicóptero San 100, que hace un año cobró la vida de seis chilenos y cinco oficiales panameños.
Alejandro Bernales, hijo mayor del general chileno, señaló que esa primera conmemoración de la muerte de su padre y su madre Teresa Bianchini, es amarga, por no sentir aún que hay respuestas de Panamá para una indemnización.
Cuestionó que el gobierno del mandatario Martín Torrijos "no ha hecho el esfuerzo necesario por cerrar el proceso", aunque dijo esperar que el tema sea resuelto antes de que la actual administración finalice su periodo el 30 de junio próximo.
Bernales señaló que sus investigaciones con técnicos independientes concluyeron que el accidente fue generado por una falla mecánica del helicóptero, por daños en las turbinas de los dos motores.
"El helicóptero estaba en muy malas condiciones y no debería estar volando", acotó Bernales al advertir que de la respuesta del gobierno sobre el reclamo de indemnizaciones, dependerá si deciden entablar la demanda contra Panamá.
En tanto, el abogado Luis Bates, presidente de la comisión binacional conformada para lograr un acuerdo reparatorio, se mostró confiado en que Panamá "se pronuncie en el más breve plazo posible sobre cifras que sean razonables, justas y oportunas", para cerrar un capítulo "tan doloroso" para las familias involucradas.
Explicó que las negociaciones se han entrampado principalmente debido a que son 17 los familiares de las víctimas que podrían recibir una compensación.
El embajador de Chile, Juan de Dios Gutiérrez, luego de una misa en la Basílica Menor Don Bosco, manifestó su confianza en que pronto los gobiernos de Panamá y Chile alcancen un acuerdo en lo relativo a las indemnizaciones porque "aparentemente hay un acercamiento".