Los beneficios de tener una mascota son múltiples, entre los más importantes están:
Baja la presión, los triglicéridos y el colesterol. No es ni siquiera por la actividad física que pueda agregar la mascota al estilo de vida del adulto mayor, sino porque baja los niveles de estrés, y al disminuir éstos, descienden con él, el perfil lipídico y la tensión arterial, explica Neal Sampson, médico familiar.
Ayudan a la resocialización: Una mascota es una excelente excusa para hacer nuevas amistades. Por lo general, a quienes los rodean, les llama la atención la mascota, logrando o permitiendo que se entablen conversaciones y hasta nuevas amistades, gracias al hecho de tener una mascota. Señoras y señores que han perdido su pareja, pueden lograr a través de su mascota un acercamiento con una vecina o vecino, permitiendo que nazca el interés mutuo que los lleve a una nueva unión.
Devuelven la razón de vivir: Al convertirse en adultos mayores y están solos, se tiende a descuidarse, todos los días les parecen iguales, pero al tener una mascota, se ven obligados a crear una rutina para atenderla, ya que sienten que alguien los necesita, que depende de ellos.
Levantan la autoestima: No importa cómo se vea o cómo huela el adulto mayor; para su mascota, él es su héroe; para ella es lo más grande e importante del mundo; lo ven y se ponen contentos, sacan la lengua, mueven la cola, son su todo. Una mascota rara vez es desagradecida, generalmente, pide poco, sólo requiere de compañía, pero retribuye al adulto con grandes muestras de afecto.
Bajan los niveles de ansiedad: Acariciar a una mascota ayuda a que un adulto mayor se tranquilice, en otras palabras baja los niveles de ansiedad, así que sirve para que el paciente no haga cuadros depresivos.
Ayudan en la recuperación de enfermedades: Personas que han sufrido de infarto o cáncer y otras afecciones, se han recuperado mucho más rápido si tienen una mascota brindándoles muestras de cariño.
Contribuyen a mantener el contacto físico: Muchas veces el adulto mayor no tiene a quién acariciar, siendo en estas etapas de la vida el contacto físico sumamente importante, y el hecho de tener una mascota para suplir esta necesidad, es muy beneficioso.