Este domingo 3 de mayo, Panamá será sede de la 37ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), en donde las 34 naciones que conforman la entidad regional debatirán el tema de la energía para el desarrollo sostenible, que será el principal punto a discusión en el foro hemisférico.
Sin embargo, dos temas que han sido noticia en el continente serán puntos a discutir entre los representantes de las naciones americanas. Primero, el cierre del canal de televisión privado Radio Caracas Televisión (RCTV), considerado un atentado a la libertad de expresión en Venezuela por algunos sectores, y segundo, la polémica liberación del anticastrista Luis Posada Carriles en Estados Unidos.
El caso de RCTV, que según el presidente Hugo Chávez fue uno de los medios que apoyó el golpe de estado de 2002, tiene ribetes internacionales. Diversas organizaciones y frentes políticos han criticado esta acción. Desde el Parlamento Europeo, el Congreso estadounidense y el Senado chileno han rechazado la clausura del canal privado.
Por otro lado, la Corte Interamericana de los Derechos Humanos comenzó a investigar la acción del régimen bolivariano. La prensa necesita amplias libertades para ejercer su trabajo, de allí que se entienda la clausura de la frecuencia de TV como un acto político.
En el otro tema, sectores de la izquierda latinoamericana, dirigidos por frentes obreros, sindicalistas, partidos socialistas y los gobiernos de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, pedirán al Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, que se haga una declaración sobre la liberación de Posada Carriles, acusado por intentar un atentado contra Fidel Castro y cientos de personas en Panamá en la pasada Cumbre Iberoamericana de 2000.
Junto a esta denuncia, resalta la voladura del avión de Cubana en 1976, en donde 74 personas fallecieron, en su mayoría deportistas de la isla caribeña.
Estos dos temas causarán polémica, debido a las repercusiones que generan. Ya los grupos de la izquierda anunciaron una cumbre paralela a la Asamblea General de la OEA, al igual que los sectores conservadores han planeado conferencias para pedir un anuncio sobre el tema de la crisis en la prensa venezolana.
La postura equilibrada y neutral que disponga la OEA en el foro de Panamá será determinante para hacer mención de estos dos puntos controversiales en la Declaración Final de la reunión en el Istmo.
Sin tomar partido en las afinidades políticas entre la izquierda y la derecha latinoamericana, la OEA tiene una responsabilidad de convertirse en un sitio donde la sociedad civil pueda confiar para recibir las denuncias de la represión y acciones lesivas que algunas veces realizan los Gobiernos en contra de los ciudadanos de los países que conforman el Hemisferio Occidental.