Las lombrices, esos pequeños animalitos que años atrás eran vistos como desagradables y vectores de enfermedades, podrían ser hoy la tabla de salvación de muchos productores.
Tanto así, que el Ministerio de Educación ha decidido apoyar la cría de lombrices, con miras a la producción de abono orgánico.
Esta noticia fue bien recibida por alumnos y profesores del Instituto profesional y técnico agropecuario El Silencio, ubicado en el corregimiento del Empalme, distrito de Changuinola, provincia de Bocas del Toro.
Según la autoridades de educación, el centro de enseñanza utilizará la materia prima de siete proyectos agrícolas y pecuarios (desechos vegetales y animales), con lo que se producirán unos 100 quintales de abono al año.
Lombricompost es el producto final de la cría de lombrices rojas californianas, luego de ser alimentadas con el estiércol vacuno, caprino y banano semi-maduro.
Este producto es muy cotizado en la jardinería, huertos, semilleros y cultivos comerciales.
Con el apoyo del Fondo Agropecuario del MEDUC, se han construido cuatro piletas que dan capacidad para producir hasta 100 quintales al año.