La menor de 13 años, J. M. , se convirtió en otro de los escudos para los perdigones el pasado miércoles, en horas de la noche.
Se conoció que la menor se encontraba en el balcón de su apartamento en el Edificio Salomón, ubicado en la Avenida Nacional, nerviosa, observando los disturbios, cuando un perdigonazo la mandó a la Sala de Urgencias del Hospital Santo Tomás.
Un perdigonazo en el muslo derecho la tiró al suelo, causándole una gran herida.