Han transcurrido 266 días desde que el actual gobierno asumió el poder. Trate usted de recordar cuáles han sido sus logros y verá cuán difícil es, aún siendo generoso, adjudicarle alguno digno de recordar. Todavía los representantes de la llamada patria nueva siguen ocupando casi todo su tiempo y energías en quejarse del gobierno anterior y en acusarle de todo cuando se les ha ocurrido.
En el tiempo que llevan gobernando, los personeros del PRD, aparte de hacer denuncias y anuncios hasta por los codos, también han derrochado miles y miles de balboas echándose agua de rosas con mangueras de incendio, con el propósito vano de ocultar que aún no consiguen despegar.
Los nuevos gobernantes hicieron campaña electoral prometiendo más empleos, más seguridad y cero corrupción. Cuando asumieron el poder, además, prometieron resultados a muy corto plazo. En su entusiasmo hasta hablaron de cien días para deslumbrarnos con sus logros. Sin embargo, ya se acercan a los 300, y todavía no hay nada que pueda considerarse de beneficio para el pueblo, sino todo lo contrario.
Desde que el PRD gobierna, tres cosas bajan: El empleo, pues cada día hay más desocupados; la seguridad, que empeora a pasos agigantados; y, la transparencia.
En otro sentido, desde que el PRD gobierna, todo lo negativo sube: Sube el desempleo, suben los impuestos, sube la gasolina, sube la canasta básica, sube la electricidad, suben los teléfonos, sube la inseguridad, sube la intransparencia, etc. etc. Y, para reconclavar, ahora se proponen subir la edad de jubilación, subir las cuotas obrero-patronales, subir el número de las cotizaciones, aumentar el control del Organo Ejecutivo sobre la Caja de Seguro Social, y quién sabe cuántas cosas más.
Los ciudadanos y las ciudadanas, con justificada razón, ya expresan abiertamente desencanto con los cuentos y las promesas incumplidas; y al nuevo gobierno, con esa agudeza que tienen los panameños, merecidamente, ya lo han bautizado como el "gobierno subelotodo".
