Brasil y Japón indicaron que están resueltos pero que también son flexibles en su deseo común de ocupar puestos permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU, en un intento de acelerar una histórica expansión del órgano.
El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva discutió la estrategia a seguir con el primer ministro japonés Junichiro Koizumi, en un momento en el que China intenta bloquear el deseo de Tokio.
Lula y Koizumi dijeron que "trabajarán enérgicamente" para que haya un marco para la reforma de la ONU a mediados de este año, un plazo que Estados Unidos ya ha considerado poco realista.
Japón lucha conjuntamente con Brasil, Alemania e India para obtener cada uno un puesto permanente en el Consejo de Seguridad, donde los cinco miembros permanentes que hay actualmente (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia) tienen derecho de veto.