Saludos amigos y amigas del béisbol, hoy es "Viernes de Cucarachas", pero haremos una excepción a los comentarios cotidianos de nuestra pelota criolla.
A pesar de ponerse en marcha la "Súper Liga", dedicamos nuestro esfuerzo de hoy a las pequeñas de tamaño, pero inmensas de corazón que dieron el 100% en el Intercolegial de Fútbol para chicas de 10 y 12 años.
Ayer las chicas lloraron y mostraron lo grande que son en el terreno. Tras la derrota sintieron una tristeza inmensa que sólo sienten los guerreros y guerreras que ofrecen su mayor esfuerzo por ganar. Su mayor esfuerzo por competir, por luchar, por tratar de hacer las cosas bien.
No es fácil. ver a las chicas llorar. No es fácil ver a sus entrenadores mudos, sin palabras, tratando de calmar los llantos por la derrota. Decía el ya desaparecido Hernán Botello Montalván. "La agonía de la derrota".
Lo de ayer, fue inmenso. Las pequeñas lloraban y otras saltaban. Eran dos caras de una misma moneda. El fútbol es hermoso, inmenso, grande. pero cuando sus atletas dan lo mejor de sí, entonces se aprecia el talento en distintas dimensiones.
Ayer cuando las veía llorar, me vino a la mente la frase de la cantante de la Oreja de Van Gough (mi favorita) Amaia. "Carita empapada". Esa eran las chicas, las que lloraban sin parar.
En ocasiones he visto a los niños de la misma edad llorar por perder un partido de béisbol, a chicos de 13 y 14 años, a muchachos de 15 y 16, a otros de 18 o más y siempre se siente una cosquillita en el corazón.
Ayer no hubo cosquillitas, hubo corrientes de emoción que nacían en el corazón y terminaban en los ojos.
¡AYER FUERON LAS CHICAS SUPER PODEROSAS!
Las mismas que cantaron antes del partido, las que corrieron, dieron todo y terminaron riendo y llorando.
De todas las emociones. el abrazo al final del juego fue el símbolo de la hermandad, de la amistad y del mencionado Juego Limpio que unos pregonan y no ejercen.
¡BUENA ESA CHICAS!
¡Gracias por la alegría y gracias por las lágrimas! No digamos. ¡Viva, Crítica en Línea el béisbol! Gritemos todos. ¡Viva el fútbol de las chicas!