Elizabeth Montezuma no pudo creer que su hija de un año y medio salió del quirófano con un rostro completamente diferente, al que había visto desde que la bebé nació.
Estaba llorando primero por el temor de la cirugía y después por la alegría que sentía y es que operación sonrisa hizo un milagro en su vida. Los especialistas reconstruyeron el labio leporino de su hija.
Desde la comunidad de Hato Chamí viajó hasta David en busca de una alternativa que le permitiera a su pequeña tener una vida normal.
Este año, Operación Sonrisa Panamá espera devolverse la felicidad entre 180 a 200 personas que tienen malformación congénita, labio leporino y paladar hedido, sindactilias (dedos pegados) y polidactilias (dedos más).