La posibilidad de un veredicto absolutorio a favor de Marco Manjarrez, mantiene preocupada a la Iglesia Católica .
A juicio del reverendo Rosendo Torres, las habilidades de la defensa al apelar a los sentimientos de misericordia y lástima a favor del imputado y no enfocar el hecho del asesinato, busca sembrar la duda en el jurado de conciencia en el juicio por el crimen de monseñor Jorge Altafulla.
Maritza Altafulla, hermana del prelado, pidió ante el jurado de conciencia que se haga justicia por este crimen.
"El temor de mi familia es que Manjarrez salga libre y mate a otra persona, o se haga daño a sí mismo".
Otra persona que declaró fue el sacerdote José Araya, párroco de la Iglesia San Gerardo de Mayela, con quien Manjarrez acudió a la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, luego de cometer el crimen.
"Cuando me enteré que Manjarrez me había buscado después de asesinar a monseñor, me sentí asombrado y utilizado".