La vida tuvo un final trágico para Luis Manuel Arrieta, de 35 años, que se suicidó en su residencia ubicada en la barriada San Isidro, corregimiento de Cativá, Colón.
El hallazgo lo hizo su sobrino que entró a la residencia porque su tío le pidió que lo buscara en la mañana.
Arrieta tomó la fatal decisión aparentemente porque estaba solo, ya que se había separado de su cónyuge, pero antes de hacerlo había tomado algo de licor presuntamente para "darse valor".
El hombre era muy trabajador ya que siempre se le veía buscando algo que hacer y laboraba en una empresa de la Zona Libre de Colón.
TRES NIÑOS QUEDARON HUERFANOS.
Por otra parte, en el sector de Peñas Blancas, en el corregimiento de Buena Vista, Óscar Alexander Ortega, de 24 años, también se quitó la vida de la misma forma.
Según algunos conocidos, Ortega tenía problemas económicos y estaba libando licor.
El suicidio no es la salida a ningún problema.