La celebración anual del Día Mundial de las Telecomunicaciones, en que se conmemora la fundación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) el 17 de mayo de 1865, ha servido para llamar la atención general de la labor de la UIT y los grandes retos de las comunicaciones a nivel mundial. Desde los días del telégrafo, pasando por las comunicaciones en la era espacial, hasta la nueva era del ciberespacio en que nos hallamos hoy, la UIT ha contribuido a conectar a la humanidad en el mundo entero.
En reconocimiento de esta evolución, la Cumbre Mundial sobre Sociedad de la Información, que se celebró en dos etapas (la primera en Ginebra en 2003 y la segunda en Túnez en 2005), propuso que a partir de se momento el 17 de mayo se conmemorara como Día Mundial de la Sociedad de la Información. La Cumbre se marcó el propósito de construir una sociedad de la información abierta, inclusiva, centrada en las personas y basada en la información abierta, inclusiva, centrada en las personas y basada en los conocimientos, que sirviera para acelerar el ritmo del desarrollo. De ahí que en esta fecha señalada se destaque ahora el vínculo entre las grandes posibilidades que encierran las tecnologías de la información y las comunicaciones y nuestro objetivo de acelerar el ritmo del desarrollo.
En la Cumbre se reconoció la importancia de fomentar la confianza y la seguridad en las tecnologías de la información y las comunicaciones, y ello se refleja en el tema del Día Mundial que se celebra este año: "la promoción de la seguridad cibernética". En un mundo cada vez más interconectado e interdependiente merced a las redes informáticas, es sumamente importante salvaguardar nuestros sistemas e infraestructuras fundamentales de los ataques de saboteadores informáticos, y al mismo tiempo infundir confianza en las transacciones en línea, a fin de promover los intercambios, el comercio, la actividad bancaria, la telemedicina, el gobierno electrónico y el sinfín de aplicaciones de la informática en otros ámbitos. Por tanto, exhorto a todos los Estados Miembros y a todos los interesados a que contribuyan a despertar en todo el mundo una mayor conciencia de la seguridad cibernética.