El gobierno de Martín Torrijos decidió por fin abordar el problema del transporte público de pasajeros, anunciando una licitación internacional para la compra de 400 autobuses de entre 80 y 90 pasajeros, dotados de aire acondicionado y dos puertas de acceso.
De hacerse realidad, la medida acabará con el anacrónico sistema de autobuses "diablos rojos", cuyos dueños recibirán una compensación por parte del Estado. Dos concesionarias asumirán la operación de los autobuses, que deberán estar circulando durante los primeros meses de 2009.
Se hizo la promesa de que la tarifa básica de 25 centésimos deberá mantenerse y además se prohíbe la importación de los llamados autobuses "diablo rojos".
Sin duda que la medida representa un avance y le corresponderá al próximo gobierno desarrollar otros planes para dotar al área metropolitana de otros sistemas masivos de transporte como el monorriel, el metro o el tren ligero.
Lo importante es que el usuario tenga opciones para escoger el medio de transporte más adecuado a sus necesidades y que éste sea seguro, cómodo, eficiente y con un precio accesible.
Los conductores de autobuses deben asimilar que entrarán a un nuevo sistema donde se requiere responsabilidad por parte de ellos y donde no tendrá cabida el manejo desordenado y el irrespeto al usuario.