Al menos 32 personas, entre ellas 25 agentes, murieron entre la noche del viernes y la madrugada de ayer en Sao Paulo a causa de unos 55 ataques perpetrados supuestamente por pistoleros del crimen organizado, informaron fuentes oficiales.
La ofensiva criminal, atribuida por las autoridades a una represalia por la transferencia de 765 presos a dos cárceles de máxima seguridad, también desató rebeliones en veintidós presidios del estado de Sao Paulo, donde se concentra el 40% de la población carcelaria de Brasil.
El pasado jueves comenzó el traslado reclusos peligrosos de cárceles del interior del estado a dos penitenciarías de máxima seguridad, una en Presidente Venceslau, municipio situado a 620 kilómetros al oeste de Sao Paulo, y la otra en la zona norte de la capital.
Entre los transferidos, hay 16 reconocidos líderes del "Primeiro Comando da Capital" (PCC), una de las principales organizaciones criminales del estado de Sao Paulo.