Cómo debieron sentirse los chitreanos que tienen graves problemas para que les llegue a sus residencias el preciado líquido, al ver hace unos días varios hidrantes que estaban con las válvulas abiertas dejando escapar cientos de miles de galones de agua potable que fluía corriente abajo por las avenidas citadinas.
En los corregimientos de Monagrillo y La Arena hay graves problemas de suministro de agua, ya que existen barriadas en zonas altas que la presión es casi nula, por lo que tienen que esperar las horas de la noche o madrugada para poder obtenerla. También en varias barriadas nuevas hay malestar por el servicio de agua potable. A diario se escuchan las quejas de los usuarios en diferentes programas de comentario en radio emisoras locales.
Es cierto que ese día que abrieron los hidrantes fue para la reparación de una tubería que se rompió en la calle Manuel María Correa. Los chitreanos se molestaron fue, porque abrieron hidrantes a más de cinco cuadras de donde procedía el daño. Abrieron uno que estaba a más de 500 metros del daño, el de la esquina del Hotel Santa Rita; y el otro frente a la escuela Tomás Herrera, distantes a muchas cuadras donde realizaban la reparación. El derroche de agua fue desde tempranas horas de la mañana, hasta horas de la tarde.
Los ciudadanos que vieron todo el día botarse el agua potable, se preguntan, ¿por qué cerraron las válvulas?