Es probable que usted deguste una naranja y hasta la compre a precios irrisorios, sin embargo sólo el campesino de áreas rurales e inaccesibles sabe lo difícil que resulta recolectarla y trasladarla al mercado, aunque estos aseguran que la venden y da buenas ganancias, pero sólo por épocas.
La naranja para los campesinos del norte de Coclé, se ha convertido en un verdadero ingreso para muchas familias que carecen de recursos económicos y de empleos.
Las áreas montañosas son buenas para la producción de naranjas y es por ello que en cada finca campesina existen cantidades de árboles de naranjas que producen a montón y son éstas las que el campesino humilde y común a diario traslada a los mercados para la venta.
Feliciano Vargas, es del área norte de Penonomé, para él en sus comunidades la naranja es muy importante porque logran venderla a precios que aunque no estén elevados, en algo ayudan para comprar la comida diaria.
Y participó de la Feria de la Naranja que se efectúa cada año en Churuquita Grande, allí usted puede ver cantidades de naranja y a buenos precios y esto demuestra la calidad y cantidad con la que contamos de esta fruta que gusta mucho a los panameños, expresó.
Sin embargo, el campesino nos recordaba que no es tan fácil para ellos trasladar la naranja desde sus comunidades hasta los mercados, porque sencillamente los caminos en su mayoría son inaccesibles y los vehículos no llegan.
"Las traemos al hombro y si hay un caballo tenemos suerte, luego la llevamos al vehículo más cercano que finalmente nos lleva a los mercados más cercanos, Penonomé y El Valle de Antón, es por ello que a veces subimos un poquito el precio, pues también influye el combustible, nos han aumentado los pasajes por carga".
Muchos campesinos que a diario venden naranjas y otros productos en el mercado público de Penonomé y El Valle, viajan desde sus comunidades desde las tres de la mañana cargando sus sacos de naranja hasta el lugar donde pueden abordar el vehículo, para después llegar a los mercados.