En nuestra campiña interiorana existen verdaderos talentos artísticos de diferentes facetas. Compositores de décimas panameñas que dejan boquiabiertos a los más destacados escritores nacionales. Pintores auto didáctas. Y dibujantes que ni siquiera han aprendido de libros y revistas porque no saben leer; menos han sido instruidos por expertos en esa materia.
Este es el caso de José Cedeño quien reside a orillas de la carretera de Las Minas Herrera, rodeado de monte, cerros y laderas, en su humilde choza de bambú y viejos latones de zinc y piso de tierra. Vive en extrema pobreza. Sus herramientas son: un cabo de lápiz con publicidad, un borrador de los baratos, y un cuchillo que utiliza para afilar la punta del lápiz mientras esboza detalladas figuras humanas en una tabla que luego pintara con unos tubitos de colores que su hermano hace años le llevó de Santiago de Veraguas.
José dibuja y pinta sobre madera para decorar artesanías que su hermano produce. Sus dibujos adornan bateas, adornos para pared que son utilizados para colocar objetos, tablilleros y otros.
De los dibujos y pinturas de José, su hermano arma sus artesanías que luego sale a vender a Chitré y Santiago.