HERIDO:
Hola, espero estés bien. Me gusta mucho tu segmento, por favor no acostumbro a esto, pero necesito que me ayude. Lo que me sucede es que tuve una relación de cinco años, de esos tuve tres de casado, pero mi esposa me fue infiel. Sentí que el mundo se me acababa, pero luché y como la amaba, la perdoné. Le prometí que nunca le reprocharía sobre el caso, y así fue, ni siquiera le hablaba del caso. Por favor, era mi esposa o lo es todavía; regresamos, pero durante dos meses yo sólo dormía dos horas en toda la noche, yo no le decía nada por la promesa que le hice, pero dentro sufría. En ese periodo comencé a tener problemas de erección y me acordé de un amigo que le sucedió lo mismo. Unos meses antes del problema no me sucedía eso y como le comento, me cuesta. Temía y lo hice y le encantó, lo hicimos tres veces, pero tuve nuevamente el problema. Para mí lo más importante es complacer a mi pareja, luego yo, gracias.
RESPUESTA:
El problema está en ti, en tu corazón bondadoso que se entrega sin pedir nada a cambio. Papito, las personas así están para sufrir. Debes moderarte en tus expectativas. ¡Chao!