La huelga de hambre de un grupo de fiscales de Honduras en contra de la corrupción en el Ministerio Público cumplio ayer un mes, sin resultados en las negociaciones abiertas para detener la protesta.
Los presidentes de los tres poderes del Estado hondureño reanudarán las reuniones que comenzaron el lunes con las partes involucradas en la huelga, que respaldan con una marcha las principales organizaciones populares del país.
El ministro de Gobernación (Interior), Víctor Meza, informó a la prensa de que en la primera reunión con los huelguistas, que concluyó ayer, en la Casa Presidencial, se lograron "aproximaciones" en algunas de las demandas.
Sin embargo, señaló que no hubo acercamientos en "los puntos más difíciles, que tienen que ver con la permanencia del fiscal general y el adjunto" al frente de sus responsabilidades.
En las nuevas reuniones, Zelaya, Micheletti y Morales discutirán "detalles técnicos" sobre una auditoría de expedientes de casos de corrupción en el Ministerio Público y la integración de las comisiones encomendadas para esa labor, en lo que se alcanzaron acuerdos preliminares, explicó Meza.
También continuarán las discusiones sobre la separación de sus cargos de Rosa Bautista y Cerna, que ya han reiterado que no renunciarán.