Investigadores financiados por el gobierno, probaron medicinas para el SIDA en cientos de niños asignados a hogares temporales durante las últimas dos décadas, sin proporcionarles la protección básica concedida por la ley federal y exigida por algunos Estados, según un estudio de The Associated Press.
La investigación nacional, financiada por el Instituto Nacional de la Salud (NIH, según sus siglas en inglés), fue más generalizada durante la década de 1990, cuando las agencias de colocación temporal de menores con familias adoptivas, buscaban tratamientos aún no disponibles en el mercado para sus niños infectados con el VIH.
La práctica aseguró que los niños adoptivos (la mayoría pobres o de minorías) recibieran el cuidado de investigadores de talla mundial a cuenta del gobierno, disminuyendo su tasa de mortalidad y prolongando sus vidas.