Roberto Stevenson, un niño de 9 años, es tremendo ejemplo de honradez. En sus ratos libres trabaja como "bien cuida’o" en el sector de la Calle 5 Central y Justo Arosemena, en la ciudad de Colón.
Hace poco Roberto observó cómo a una señora se le cayó una esclava de oro, pero cuando trató de entregársela ya se había ido en su vehículo.
El niño se percató que la señora salió del restaurante Dos Mares, donde precisamente cuida los carros, y corrió a entregar la esclava para que le avisaran a la cliente. "Yo aprendí a devolver lo que no es mío", dijo con orgullo Roberto que sonreía mientras conversaba.