El nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, rechazó las críticas de Cuba hacia su llamado a la democracia y los derechos humanos en toda la región.
El pasado miércoles, el presidente cubano, Fidel Castro, calificó a Insulza de "bobito" y lo trató de insolente e intervencionista por "ceder" a presiones estadounidenses.
El jueves, el presidente chileno Ricardo Lagos, intervino en la contienda y manifestó que "no es Insulza quien debe reintegrar a Cuba al organismo, sino que es responsabilidad de los 34 países que integran a la OEA".
Insulza por su parte no quiso profundizar la polémica y abogó por el diálogo para resolver cualquier desacuerdo en la región. "Mejor no responder", agregó.
Cuba se encuentra suspendida de la OEA desde 1962, luego de la llegada de Castro al poder. Por ello, no son precisamente amenas las relaciones entre la isla y el organismo regional.
Según Castro, la OEA es una institución "corrupta, putrefacta y maloliente".
Lagos dijo que Cuba "forma parte de la OEA" y que no es tarea del secretario general de la Organización de Estados Americanos resolver si volverá a ocupar la silla que dejó vacía cuando fue marginada del ente hemisférico en 1962.
"Yo creo que Cuba forma parte de la OEA, la que está vacía es su silla", dijo.
[Fidel arremetió duramente contra Insulza, al que tildó de "bobito". (Foto: EFE)]