La idea de dotar a los escritores, poetas y amantes de las artes literarias, de un lugar donde pudieran reunirse en sus acostumbradas tertulias, o para ofrecer a sus lectores el fruto de sus creaciones y su intelecto, no es de reciente data en el medio local, ya que tal aspiración ha sido tema de conversaciones en épocas anteriores, sin que llegara a cristalizarse.
Estos centros culturales alrededor de los cuales se aglutinan gestores del pensamiento escrito, la palabra en su forma de expresión estética y las causas sociales, son de presencia obligante en la mayoría de los países del continente hispanoparlante, y demás está mencionar el aporte que hacen al desarrollo cultural de esos pueblos.
El istmo de Panamá ha sido desde tiempos inmemoriales un puente de paso para otras culturas en sus movimientos hacia regiones distantes del planeta que dejaron aquí una huella imborrable que tiende a borrarse por efectos de la globalización.
Por esta patria de Ricardo Miró, Rogelio Sinán, Amelia Denis de Icaza y tantas glorias del parnaso, pasaron en sus aventuras literarias, o en condición de perseguidos políticos, poetas y narradores de la talla del chileno Pablo Neruda, el ecuatoriano Juan Montalvo y el guatemalteco, premio nobel, Miguel Ángel Asturias.
Así que, con la intención de comenzar a darle forma a la idea, tantas veces acariciada, de una Casa del Escritor Panameño, la noche del pasado 27 de abril, coincidiendo con el Día del Escritor, altas autoridades del Instituto Nacional de Cultura (INAC) sostuvieron un conversatorio con un grupo de escritores, lo que devino en un debate enriquecedor y un compromiso de hacer realidad esta brillante iniciativa.
Y como en toda polémica, no faltó la reacción biliar de alguno que ve siempre el mundo asomándose por la ventana de la amargura y la frustración.
Pero al final prevaleció el criterio optimista de los poetas Héctor Collado, Winter Melo, Álvaro Menéndez Franco, Enrique Jaramillo Levi y la directora del INAC, Eugenia María Herrera de Victoria, que estuvieron en la mesa principal.