Hasta el ser más insensible se conmueve con acciones como la de una madre, que quemó con una paila caliente las manitos de su hijo de 5 años.
Ese fue el castigo que le impuso una mujer que vive en el corregimiento de Cativá a su pequeño hijo, porque una primita le dijo que la iba a golpear.
La mujer no pensó en ese momento, porque estaba fuera de control y tomó las dos manitos y se las puso en la paila caliente por varios minutos.
Con su vocecita, la criatura explicó que salió corriendo, porque su mamá lo seguía para castigarlo, pero cuando lo pudo agarrar lo llevó a la paila y allí le sostuvo las manos.
El doctor Antonio Hau, del Hospital Amador Guerrero, dijo que eran quemaduras de segundo grado, que no estaban siendo atendidas, y que pudo perderlas.
La madre del pequeño es investigada por las autoridades.