Cada vez que miro la TV y escucho las diferentes cuñas políticas que se pasan, cada vez más me reconforto en mi posición, gústele a quien no le guste. Y es que algunos candidatos ya no saben cómo "dañar" al otro, razón por la cual utilizan los más indignos ataques dizque para apocarlos, sólo que, a mi juicio, tal actitud se les convierte en un 'boomerang', o sea que les "sale el tiro por la culata".
Por ejemplo aquella cuña que expone al ex presidente Guillermo Endara, aceptando, públicamente, que durante su mandato "... las cosas no le salieron tan bien como ellos lo habían planificado...", palabras más, palabras menos. Pero esa confesión, en boca del entonces presidente Endara, en el momento que se produjo, no debe traducirse como una derrota política... al contrario, cuando un mandatario es capaz de empinarse sobre su orgullo, arriesgando lo que políticamente se conoce como "quemarse", ello requiere de mucho valor y una buena dosis de dignidad y humildad.
Es más, el también mandatario, de otros tiempos, Omar Torrijos Herrera, habría dicho que, "...Muchas veces la mejor solución es una verdad amarga que debemos decir, aunque sepamos que detrás de ella vendrá una rechifla sonora. Con el correr de los años los pueblos optan por respaldar a quienes tuvieron el coraje de decirles la verdad desagradable en ese momento..."
El expresidente Endara, hoy candidato para un nuevo período presidencial, tuvo que decir su verdad amarga cuando fue necesario decirlo, lo cual hizo con ese coraje del que hablaba el General Torrijos. De hecho, lo no tan 'corajudos' siempre les es más cómodo, y seguro, observar desde las barreras, la lidia que libran los contenedores, amparados detrás de los burladeros donde no corren el riesgo de una embestida, por lo que aquella cuña que revela la valiente confesión del ex presidente Endara, opino que esa cuña es la mejor carta de presentación ofrecida por sus adversarios, para un candidato a quien no le tembló la voz para decirle al pueblo, "... Señores, los únicos que no se equivocan son los que nunca hacen, ni dejan hacer...". �Au Revoir!