Parajes envidiables con una variada fauna silvestre que debe ser protegida para la conservación de sus especies para que futuras generaciones puedan también conocerlas es la que hoy día se encuentra en las costas del golfo de Montijo y en los linderos de la finca Tóceres.
Los inmensos humedales que bordean casi todas las costas de los distritos de Mariato, Montijo, Río de Jesús y Soná pese a su importancia en la zona considerada como protegidas son pocos los cuidados de las personas, puesto que más bien destruyen los manglares y contaminan lo que sirve de refugio obligado de algunas especies silvestres que en varias partes del país es poca la flora y fauna que aún queda.
ÁREA MODELO
Como una ironía, recientemente un grupo de científicos de la Unión Europea especialistas en asuntos ambientales llegó hasta la Ciudad del Saber en la capital y luego viajaron hasta la provincia de Veraguas y visitaron la finca conocida como Tóceres, propiedad del productor Frank Omar Pérez, donde señalaron que una de las mejores formas de armonizar los objetivos económicos, sociales, culturales y ambientales los presenta esta área modelo donde se refugian muchas especies.
Los especialistas y también ambientalistas internacionales consideran que Tóceres pese a que es una propiedad privada en su mayor parte de los bosques y limitante con los manglares del Golfo de Montijo, tiene una variedad de aves en peligro de extinción que se encuentran refugiadas en esta zona de bosques y de humedales que le dan un toque de delicadeza a la naturaleza que la hace atractiva y envidiable.
Realmente es importante que las autoridades adopten medidas positivas sobre el medio ambiente donde haya proyectos para el desarrollo sostenible con estrategias en que el hombre del campo obtenga su propio beneficio puesto que ello se evita la contaminación de los ríos, quebradas y en los propios poblados de mayor concentración de personas.