El sacerdote Jorge Espinoza, de la Catedral en Colón, fue apaleado por dos sujetos, que además destruyeron el lavamanos y otros enseres.
Aparentemente la golpiza se produjo, porque en un sermón que le daba a jóvenes que aspiran a la Confirmación, les advirtió la necesidad de aprenderse el Credo y el Gloria, lo que molestó a parientes de uno de los participantes.
Espinoza dijo que no entiende qué ocurrió, porque minutos antes orientaba a unos ocho jóvenes que se van a confirmar y hacía algunos señalamientos que no le gustó a uno de los presentes.
El sacerdote y el sacristán estaban en la capilla del primer alto confesando a los jóvenes cuando se registró el hecho violento, que le dejó hematomas y una herida en la cabeza.
El sacerdote fue trasladado al Cuarto de Urgencia del Hospital Manuel Amador Guerrero y, a pesar de los golpes que recibió, expresó que quiere a sus fieles y no desea el mal para ellos.
En tanto, el obispo Audilio Aguilar manifestó que no se debe llegar a estos actos violentos, pero también destacó que la Iglesia perdona esos ataques.