El cuerpo sin vida de Francisco Javier Montezuma Rodríguez fue encontrado en avanzado estado de descomposición en medio de la quebrada Balsa, en la comunidad de Colorado.
Nadie sabía nada de Montezuma desde hacía dos días antes de divulgarse su muerte.
El domingo salió de su casa desde la 1:00 p.m. para terminar una tarea que había dejado pendiente en la finca donde laboraba. No regresó a la vivienda y su hija Damaris Montezuma, que está embarazada y que vive en Boquete, viajó para verlo porque llevaba varios meses sin saber de él.
La sorpresa que encontró fue que su padre había desaparecido y no regresó del potrero en el que era jornalero.
Desde una altura de 10 metros se presume que cayó el cuerpo de Francisco, porque presentaba laceraciones en la piel, de acuerdo a las evaluaciones preliminares que hizo el personero que atendió el caso.
Las investigaciones las inició el Ministerio Público para determinar si hay dolo en la muerte de Francisco o fue un accidente.
Hercilia Santos, mujer de Francisco, no paraba de llorar por la noticia de la muerte de su marido, que era su único sustento. Reafirmó que era un hombre muy bueno y no tenía problemas con nadie.