O quizás prefiere helado de huevo y tocino, gelatina de codorniz o un mousse de limón con nitrógeno líquido. Ese tipo de platos ofrece el nuevo mejor restaurante del mundo según un jurado internacional de 600 chefs y críticos culinarios.
"The Fat Duck" es el nombre del restaurante inglés que este año recibió el galardón, pese a la mala reputación que tiene la cocina británica en la alta gastronomía.
El restaurante ubicado en Berkshire, sur de Inglaterra, ofrece a sus clientes "gastronomía molecular", a cargo del chef Heston Blumenthal. La idea básicamente consiste en experimentar con la mezcla de sabores dulces y salados, olvidándose completamente de los límites.