Edgar Abdiel Tejada, el hombre que el 31 de marzo le arrancó la vida a Tahina Lisset Zorrilla, de 36 puñaladas, participó en la reconstrucción del crimen. Los amigos y familiares de la difunta lo querían linchar.
La diligencia se extendió por 3 horas en un edificio en el sector de San Miguel. Tejada tuvo que ser protegido por policías armados con fusiles. Además, se le colocó un chaleco antibalas.
El abogado Roberto Jhonsson se llevó un par de puñetes y bofetadas de parte de la gente que le cuestionaba por defender a un homicida.