Visión alterada, sensación de mareo, movimientos involuntarios como espasmos musculares, confusión, náuseas, pérdida de conciencia, convulsiones, calambres o desorientación son algunos de los síntomas que puede sufrir una personas que ve televisión en tercera dimensión por mucho tiempo.
Esta hipótesis la ha confirmado la empresa Samsung, que comercializa ya sus televisores en 3D, que además añade que algunos espectadores pueden experimentar ataques epilépticos, tras la exposición a imágenes intermitentes de alguna película o videojuego, mientras disfruta de la última y carísima tecnología en la comodidad de su hogar.
La mejor forma de evitar todos estos riesgos: es hacer "frecuentes descansos" y aprovechar así para comprobar si notamos la vista muy cansada o los ojos secos.