El jardín central de Costa Rica tenía a un jugador diferente, con elegancia en su fildeo y rápidos desplazamientos, que indicaba que le era muy familiar el Estadio Nacional Rod Carew. Este jugador es Ariel Moore, un bocatoreño que por cosas del destino le tocó trasladarse a tierras "ticas" y representar a esa nación.
"Soy con mucho orgullo de Almirante, inicié en el béisbol a los siete años, jugué en la infantil, Pony, Juvenil y la mayor, donde representé a Bocas por cuatro años (1996-2000)", dijo Moore, quien juega en la Liga Costarricense de béisbol con el Liceo de Costa Rica.
"Jugar contra Panamá fue algo extraño, pero estamos defendiendo los colores de Costa Rica y lucharemos por dejarlo en alto", indicó.