En la actualidad, es común observar cómo hombres y mujeres descuidan su salud pensando que las enfermedades y problemas del organismo no les puede pasar a ellos.
Uno de los males que está latente, tanto en hombres como en mujeres, y en personas adultas como jóvenes es el colesterol.
Mucho se habla de esta afección, pero sabe usted qué es. El colesterol es una grasa amarillenta esencial para la vida, sin embargo, cuando aumenta su cantidad en la sangre se convierte en una anomalía seria. Y claro está, aunque se produzca en el hígado, entre el 20% y 30% viene de los alimentos, por lo que es importante verificar la dieta diaria.
Según información suministrada por el Departamento de Relaciones Pública de RUA, Porter Novelli Panamá, hace poco se realizó un conversatorio, en el que se expusieron varios puntos, entre ellos el control del colesterol.
En el mismo se destacó que el colesterol viene de dos fuentes, las que contribuyen a la concentración general de colesterol en el torrente sanguíneo.
Y es que, el colesterol se produce de forma natural en el organismo, de acuerdo a los antecedentes familiares. El hígado fabrica colesterol, al igual que lo hacen otras células del organismo.
Por otro lado, el colesterol dietético, como se le suele llamar, proviene de los alimentos de origen animal como los huevos, las carnes rojas y los camarones. Los alimentos ricos en grasas saturadas o grasas trans, como la margarina y el pastel de pollo, también pueden aumentar sus concentraciones de colesterol, y deben ser limitados.
TIPOS DE COLESTEROL
Hay dos tipos de colesterol: el LDL "colesterol malo", cuando hay exceso se va fijando a las paredes de las arterias y con el tiempo estas se bloquean impidiendo el paso del flujo sanguíneo que puede llevar a enfermedad cardiaca "por eso es colesterol malo". El HDL "colesterol bueno" es el que arrastra el LDL de las arterias y lo lleva de vuelta al hígado.
A los altos niveles de colesterol se suman determinados factores de riesgo que pueden aumentar el hecho de sufrir un ataque al corazón o un derrame.
Estos factores de riesgo son: colesterol HDL (bueno) bajo, presión sanguínea alta (tratada o sin tratar), antecedentes familiares de enfermedad cardíaca (padre o hermano que hayan tenido un ataque al corazón antes de los 55, o madre o hermana que hayan tenido un ataque al corazón antes de los 65), hombres mayores de 45 años, mujeres mayores de 55 años, fumar, diabetes, obesidad, falta de actividad física, dieta rica en grasas y colesterol.
De lo antes expuesto, usted debe preocuparse por consumir una dieta adecuada, practicar ejercicios y tomar algún medicamento para reducir el colesterol malo, siempre y cuando sea recomendado por su médico.