El gobierno contempla inaugurar el lunes una especie de observatorio o Centro Regional Antidrogas, en el área de Cocolí, que tendría el respaldo del Centro Interagencial de Tareas Conjuntas de los Estados Unidos (JIATF's), que opera en Cayo Hueso.
Sería una instalación para el monitoreo de aviones y embarcaciones sospechosas de narcotráfico. Ya una instalación similar operó en Panamá, en la base de Howard, cuando estaba acantonado el Comando Sur.
Sin duda que la lucha contra los carteles de la droga es multinacional, por lo que la ubicación de Panamá es vital en esos esfuerzos, sin embargo, las autoridades deben ser los más claras y transparentes en cuanto a la forma cómo será operado ese centro, el personal destinado, financiamiento y los países participantes.
Mientras mayor información exista al respecto se protege al centro de la especulación. No hay que olvidar que siempre ha sido un tema de conflicto la participación de otros países en instalaciones panameñas.
No se puede olvidar toda la polémica que se generó en a mediados de los 90 cuando se negociaba con Estados Unidos mantener operando el Centro Multilateral Antidrogas que funcionaba en la base de Howard. Lo recomendable frente a las instalaciones que serán inauguradas en Cocolí, es poner todas las cartas sobre la mesa y que luego no se filtren reportes que indiquen todo lo contrario de las justificaciones que pueda alegar el gobierno panameño para el funcionamiento del Centro Regional Antidrogas.