Poco se recuerda alguna explosión en estaciones de gasolina, pero sí recordamos varios carros cisternas arder en llamas. Uno de ellos en la curva de Arraiján, al entrar a la autopista y el otro, aquel que derramó su combustible por las cunetas de la ruta que conduce al Estadio Nacional.
Si esto ocurrió, a pesar de que los que manejaban estos vehículos eran personas capacitadas para transportar esta sustancia altamente volátil, imagínense lo que podría ocurrir en aquellas estaciones de gasolina, donde cualquier persona toma la manguera y llena su tanque.
El problema número uno, que quizás no han tomado en cuenta las empresas que se han dedicado a este plan de mercadeo, es que no realizaron campañas para alertar a la gente de cómo servirse, y las precauciones que deben tomar, por ejemplo, no fumar, no usar sus celulares cerca de los tanques de los autos, etc.
Creemos que al aplicar este nueva política, que se usa con éxito en otros países, nos va ayudar a obtener mayores ingresos y más clientela, que sin duda es algo bueno, pero no pensamos en los riesgos que esto significa, sobre todo en tiempos donde haymuchos locos en las calles.
Directivos de la Comisión de Libre Competencia y Asuntos al Consumidor, así como las empresas dedicadas al "autoservicio" de combustible, deben buscar mecanismos que impidan que una tragedia traiga luto y dolor en Panamá. |