La cumbre asiática fue cancelada ayer y algunos de sus dirigentes evacuados en helicóptero, después de que los manifestantes asaltaran su sede para exigir la renuncia del Gobierno de Tailandia.
A raíz de la irrupción en el edificio y de los enfrentamientos librados en la calle entre partidarios y detractores del Ejecutivo, el primer ministro tailandés, Abhisit Vejjajiva, declaró el estado de excepción en la ciudad de Pattaya y ordenó a su Gobierno adoptar medidas para garantizar la seguridad de los dignatarios.
No obstante, unas seis horas después de declarar el estado de excepción, Vejjajiva anunció en un discurso televisado que lo había revocado, una vez confirmado que los dirigentes asiáticos estaban ya fuera de peligro y en regreso a sus respectivos países.
El primero en ser evacuado en helicóptero hasta la base militar fue Vejjajiva, que recibió al resto de los dirigentes a medida que llegaban.
Entre ellos, a los primeros ministros de Birmania, el general Thein Sein, y de Vietnam, Nguyen Tan Dung, así como a la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, quien hacía sólo unas horas que había llegado a Tailandia.
El caos es un hecho bochornoso para Abhisit, que ha intentado proyectar una imagen de calma y normalidad desde que subió al poder tras una votación parlamentaria hace cuatro meses.
DETRACTORES EN CUMBRE
El desbarajuste se apoderó de la Cumbre cuando unos 300 detractores del Gobierno rompieron las cristaleras de la primera planta del edificio e invadieron el recinto en el que estaban reunidos varios líderes de la ASEAN.