La tierra continúa temblando, aunque con menor intensidad, en la región central italiana de los Abruzos, donde se sigue excavando entre los escombros a la búsqueda de algún superviviente o para extraer nuevos cadáveres, que se unirían a los 292 hasta ahora localizados, dos de ellos ayer.
La nueva sacudida, según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, fue de una magnitud de 3, 3 grados en la escala abierta de Richter.