La mujer dijo que lo iba a dejar y corrió a lanzarse del cuarto piso del edificio donde vive.
La historia que parece sacada de un libro de desamor, desenfreno y baja autoestima tiene sus raíces en Calle 25 de El chorrillo.
El ecuatoriano Alberto Riasco, de 37 años, intentó suicidarse.
Él fue llevado herido de consideración al Cuarto de Urgencias del Hospital Santo Tomás, a bordo de la ambulancia N° 146 del Cuerpo de Bomberos del corregimiento de Calidonia.
Riasco presentaba múltiples golpes en el cuerpo, según expediente clínico del paciente.
Ese informe además detallaba que la pierna derecha del extranjero estaba fracturada.
Las partes de la anatomía que más afectada estaban, era en el torso.
Un testigo explicó que la víctima primero tocó con el pie el pavimento y luego las demás partes del cuerpo hicieron contacto con la parte sólida y de concreto.
Entre las heridas que presentaba el suicida estaban los golpes en la cabeza.
Al lugar de la tragedia llegó un vehículo del DIIP de San Felipe, para confirmar que el estado de salud del paciente era estable.
La acción de los uniformados obedecía a que primero se dijo que el accidentado había fallecido en el terreno.
Consideraron que la acción del ecuatoriano se debía a que estaba bebido, pues estuvo de parranda horas antes que se lanzara por el balcón del cuarto piso de Renta 10.
Una fuente contó que la víctima se encontraba hospitalizado en la Sala 9 del nosocomio.
Se presume que las heridas que sufrió no son como para que pierda la vida aunque aclararon que en la ciencia nunca se tiene la última palabra ya que los golpes que recibió son de consideración.