La altura de las torres y de los cables de alta tensión de la segunda línea de transmisión eléctrica Guasquita – Panamá, mantiene preocupado a Alejandro Bernal, quien reside en el sector de Llano Redondo, corregimiento de El Higo, cuya casa se ubica a pocos metros de dos torres.
Las torres tienen un año y meses de haber sido construida en el lugar y para su instalación la empresa encargada de la obra debió realizar un proceso de negociación con los dueños de las propiedades por donde pasaría la segunda línea y que corre paralela a la primera.
Bernal explicó que la empresa encargada de la obra lo indemnizó por el derribo de los árboles ubicados en la ruta de las torres, aunque no precisó la cifra; además de entregó B/. 50.00, por el área de terreno en donde se ubicaría la torre. No obstante le fue prohibido plantar árboles en las cercanías de la torre al igual que cualquier otro tipo de planta.
Explicó además que otro número de torres de transmisión eléctrica quedaron ubicadas dentro de 14 hectáreas de tierra que poseen en el lugar y que se han convertido en el principal obstáculo para su venta. Para su construcción la línea se dividió en en tres tramos: Guasquita-Veladero con 87 km. de longitud y 240 torres; Veladero-Llano Sánchez, con 110 km. y 305 torres y Llano Sánchez-Panamá II con 194 km. y 522 torres.