El otro día una joven aseguró que Judas fue un héroe y no un traicionero. Cuando le preguntaron que por qué ella afirmaba tal tesis, ella respondió que lo había leído de una revista. Es muy sencillo, el ser humano cree más en lo que se dice por ahí que en el sagrado libro de la Biblia.
Lo que dicen los científicos parece ser ley entre las personas. La información sobre Judas hablaba sobre unos manuscritos que habían pasado la prueba de carbono 14, lo cual garantizaba que eran ciertas las informaciones que allí aparecían.
Entre las cosas que se publicaron resaltaban que el tal Judas "no traicionó a Jesús, sino que fue su más fiel seguidor" porque, según el manuscrito, Jesús le pidió a su discípulo Judas entregarlo a los romanos para cumplir la voluntad de Dios (...).
Es increíble como el ser humano reemplace la verdad de más de 2 mil años por una que acaba de aparecer, pero todas estas cosas están escritas. Hasta los escogidos serán engañados.
La prueba de que la Biblia es un libro sagrado está en el cambio que han experimentado millones de personas en el mundo. Dios les ha hablado a través de este libro.
La Biblia es también única en términos de su efecto sobre individuos y sobre la historia de las naciones. Es el Libro más vendido de todos los tiempos, dirigiéndose a mentes y corazones, estimado al menos por algunos de cada raza, nación o tribu a donde ha llegado, ricos o pobres, investigadores o no, reyes o gente común, hombres de toda clase de nivel literario y experiencia de vida. Ningún otro libro ha sido considerado jamás de tal dimensión universal ni ha producido tales efectos duraderos.
La extraordinaria estructura de la Biblia también debe ser enfatizada. Si bien es una colección de 66 libros, escritos por más de 40 diferentes autores, en un período de 2, 000 años, con todo es un solo libro, con perfecta unidad y consistencia.