¿Cómo "encender" a un hombre? Esa sería la pregunta de muchas mujeres inexpertas. Pero a decir verdad no es tan difícil, lo único que debes hacer es ubicar sus zonas erógenas.
Las zonas erógenas son aquellas partes del cuerpo que al tacto reaccionan con una intensa excitación sexual, por ello son conocidas como zonas de excitación o puntos de excitación.
Podemos decir que las zonas erógenas del hombre se extienden por toda la piel y que con una simple caricia en la mejilla puede llegar a excitarse si está predispuesto a ello.
La boca y los labios son puntos de excitación para un hombre, los besos con mayor o menor intensidad o rozar sus labios con la punta de los dedos puede despertar el deseo en cuestión de segundos.
El pecho es altamente sensible a todo tipo de estímulo, al igual que el cuello, la nuca y el lóbulo de la oreja, estos son puntos de excitación en el hombre que a menudo no se toman en cuenta.
Obviamente, las zonas más activas de un hombre se encuentran en los genitales, sobre todo en el glande debido a que posee muchas terminales nerviosas y una importante irrigación sanguínea, pero también lo son el ano y el perineo, esta es el área que abarca desde el ano hasta los testículos.
Esta zona genera muchos tabues ya que a menudo se teme que el hecho de obtener excitación y placer sexual debido al contacto en esas partes del cuerpo, indicaría que se tienen inclinaciones homosexuales.
Nada más lejos de la realidad, se trata de que la piel posee los mismos caracteres erógenos que el resto de la zona genital, sin olvidar que desde la zona anal o perineal se logra la estimulación del punto G masculino lo cual produce un intenso placer y eyaculaciones más potentes.
Para obtener la máxima excitación de un hombre, como de una mujer, lo ideal es un masaje afrodisíaco que estimule todas las zonas erógenas del cuerpo.
De todo lo antes expuestos podemos decir que si no se siente amor y pasión por una persona, no se logrará una plena entrega sexual.