Yarima Sosa, una joven de solo 15 años, fue asesinada ayer en la madrugada, en una esquina del barrio El Valle de Puerto Escondido, en Colón.
La joven conversaba con amistades cuando de repente inició un tiroteo que dejó a todos pecho tierra. Cuando cesaron los disparos, Yarima no se levantó. Estaba herida de muerte: una bala se había alojado en su cabeza. A pocos metro, yacía herido Francisco Brown, de 16 años, con heridas en la ingle y una pierna.