Hoy en día los países más ricos del mundo y muchos otros países pobres están sufriendo las consecuencias de una crisis financiera y económica global que ha puesto que la ambición desmedida por el dinero crea situaciones que no pueden tener otro desenlace que caos y destrucción.
Desde que comenzaron a girar los engranajes de la crisis, han salido a flote para conocimiento público las prácticas deshonestas de muchos banqueros (acumuladores de dinero por excelencia), financistas tramposos y estafadores como Bernard Madoff, y las infames bonificaciones millonarias a ejecutivos de grandes bancos y aseguradoras estadounidenses que le rogaban al gobierno por un "estímulo económico", después de que habían especulado con los ahorros de millones de ciudadanos.
Esta situación asemeja a la de un drogadicto que sufre una sobredosis casi mortal, y que le pide a su padre de rodillas dinero para rehabilitarse, pero que al final usa ese mismo dinero para volverse a drogar. Es que la adicción al dinero es tan o más poderosa que la del cigarrillo, la cocaína o los juegos de azar.
¿Qué es el dinero?, ¿te has puesto a pensar en ello alguna vez? Olvidémonos de la definición que da el diccionario, piensa ahora: ¿qué es el dinero?
No son más que rebanadas de metal y hojas de papel que nos sirven para comprar. Estéticamente hablando, no son necesariamente piezas hermosas, sin embargo, difícilmente hay persona en esta tierra que no desee poseerlo, y no importa cuanto llegue a tener, siempre se quiere más y más y más.
Y algo muy curioso, es el hecho que no importa cuanto dinero llegues a tener, éste nunca te será suficiente, somos insaciables, pues el dinero que recibe el más pobre no le alcanza, como tampoco le alcanza al más rico. Mientras el pobre se lamenta por no tener dinero para pagar su pasaje en el autobús, el rico se lamenta porque el mantenimiento de su jett privado cada día le resulta más caro.
Imagina cuan fuerte es la influencia del dinero, que hay gente que mata por obtenerlo, se corrompe y prostituye. Naciones enteras a lo largo de la historia han peleado por el dinero. El dinero da poder a quien lo tiene, es por ello que la gente común día a día lo desea más.
Solemos respetar y admirar como "grandes señorones" a aquellos que vemos conduciendo autos último modelo y viviendo en mansiones. Pero al final de nuestras vidas no seremos juzgados por nuestra estatura social, sino por la moral.