El Juzgado Noveno del Ramo Penal ordenó el sobreseimiento definitivo para cuatro ex miembros de la Policía Nacional.
El Juez de la causa dictaminó que no existían los elementos probatorios en las acusaciones que se le hacían a los sargentos segundo, Martín Aguilar y Giovanny Barría, así como al sargento Primero, Maximiano Díaz, y el cabo Primero, Dídimo Urriola.
En el 2006, la Fiscalía Primera de Drogas, en ese entonces a cargo de Patricio Candanedo, abrió causa criminal contra las cuatro unidades por supuesta "Asociación Ilícita para Delinquir, Apropiación Indebida" y otros delitos relacionados con la pérdida de 8 millones de dólares de una mansión propiedad del capo colombiano Pablo Rayo Montaño.
Martín Aguilar, uno de los sobreseidos, se mostró regocijado porque al fin se le ha hecho justicia, y exigió que su nombre como el de los otros 3 compañeros, sea limpiado, ya que se les acusó de "policías tumbadores y ladrones".
Aguilar-quien gozaba de una medida cautelar-relató cómo vio trastocada su vida por una medida arbitraria, por lo que exigió los resarcimientos debidos.