Tuvo que ser el hombre de moda, el "Kun" Agüero, quien resolvió ayer un partido que pintaba realmente mal para Argentina frente a una buena selección egipcia, que se mostró demasiado inocente de cara al gol.
Egipto demostró en El Cairo que no es campeón de África por casualidad y consiguió hacer sufrir a la poderosa Argentina, a la que sólo un error puntual de la defensa egipcia permitió derribar el buen sistema táctico de los "Faraones".
Para los sudamericanos era su primera prueba del 2008, pero se notó demasiado la ausencia de jugadores clave en su esquema como Riquelme, Cambiasso y Messi. Mientras, los egipcios celebraban ante su afición la Copa África conquistada en Ghana.