Durante la estación seca La Chorrera se viste de amarillo con decenas de guayacanes floridos.
El guayacán es un árbol que crece en los países de clima tropical que en los últimos años ha proliferado mucho en casi todas las ciudades de Panamá debido a su hermosa aunque efímera florescencia amarilla que resalta en cualquier paraje boscoso en que estén ubicados.
Los chorreranos están tomando en cuenta su belleza que hay un grupo que trabaja para que esta especie de árboles no sean talados, y un ejemplo de ello, tenemos el que está ubicado en la parte frontal de la Iglesia San Francisco de Paula que años atrás se vio amenazado con ser derribado, ellos se opusieron y ahora es una de las bellezas que adorna el lugar durante esta época.
Otro que no pasa inadvertido es el que está ubicado frente al anfiteatro del parque Simón Bolívar donde propios y extraños se detienen al pasar para observar su belleza amarilla.
Sin embargo, en otros lugares estos árboles son talados sin ningún escrúpulo, tal es el caso de los 6 de estos ejemplares que fueron derribados en la escuela de El Coco, con la excusa de que sus raíces dañarían las paredes de este centro escolar.
Desde los puntos más altos del distrito se puede apreciar hacía los 4 puntos cardinales el color amarillo de los guayacanes que sobresale del verdor de los bosques mostrando su esplendor.