El ex general Manuel Antonio Noriega le mandó un carta desde la prisión de La Santé al periodista Escolástico Calvo Murillo, cuyo texto es el siguiente:
"Aquí en París hace frío corporal con una temperatura a menos grado centígrado que Fahrenheit. Como lo pongas hace frío en el cuerpo, pero con el hecho de tu mensaje de ultramar siento el calor del alma que es vida y emoción".
Recibí tus palabras de hermandad, algunos, los que tienen el alma pequeña, no pueden creer que sobre el tiempo, la distancia y las circunstancias, existe el poder espiritual de las almas grandes y superiores que se comunican y transmiten amor.
El amor verdadero, que es el del alma que sí puede decir a esa montaña: ¡muévete! Que sí puede decir a la distancia: ¡Acórtate!, que sí puede abrazar, que sí puede besar y que sí puede enjugar una lágrima, que sí puede transmitir una sonrisa y lanzar carcajada..que sí puede prender un fósforo en la oscuridad, que sí puede formar una llamarada para alumbrar caminos.
Como me gritan los inquilinos de La Santé desde sus galerías: ¡ "Bon Courage", amigo general!
Tus cartas, tarjetas, palabras, mensajes lo llevan todo, lo dicen todo..todo está allí conformado ya, porque es el alma la que grita en la dirección del viento. Bienvenido hermano, amigo, criatura de Dios. Por amor me has hecho feliz.