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Redentor

Milciades Ortíz | Catedrático

El súper estaba lleno ese mediodía. En un pasillo, encontré un carrito con mercancías, ¡y con la cartera de una mujer! No había nadie, y pensé que algún malandro podría apropiarse de la cartera.

Me quedé cerca cuidándola. Cuando una dama se acercó a dejar mercancía, le dije que tuviera cuidado con su cartera, pues se la podían robar.

De mala gana me contestó que ella "la estaba vigilando". Dije que en un descuido puede ocurrir el robo, pero la dama me torció la boca molesta.

Bajando la cabeza me retiré, pensando que nuevamente había caído en eso que llaman "Redentor crucificado".

Se trata de que a veces cuando uno quiere hacer un bien, los resultados son contrarios.

La frase tiene que ver con Jesús, quien fue crucificado cuando trató de salvar a los seres humanos...

Aproveché el momento para ponerme a pensar en otras ocasiones parecidas.

El suceso más impactante fue cuando vi a un chiquillo de pocos años... ¡encerrado en un auto! La madre apurada e irresponsable, se fue a hacer una diligencia "corta", y dejó al niño bajo llave.

Pensé en que en situaciones parecidas han ocurrido desgracias en otros países. En Estados Unidos, por ejemplo, más de una vez se ha muerto el pequeño abandonado por calor, asfixia, etc.

Así que esperé vigilante de lo que podría ocurrirle al chiquillo. Cuando llegó la madre, le llamé la atención. Su reacción fue violenta:

Me gritó que yo no era el padre de ese niño, y no debía meterme en su manera de actuar como madre.

Sorprendido y molesto también le grité. Le dije que si se moría el niño, estoy seguro de que ella sería la primera en llorarlo...y me fui.

Hay que ser honesto y decir que a veces agradecen que uno haya llamado la atención ante la situación negativa. Otras se sonríen y se van rápido.

Esto de tratar de ser "redentor y salir crucificado" le ha pasado a muchos. Recuerdo una dama que ocupaba un alto puesto en una institución.

A su oficina, llegó una jovencita muy alegre y bonita. Y el jefe comenzó a atenderla en forma especial.

La mujer consideró su "deber" advertirle a la joven que el jefe era un "Don Juan", ¿qué pasó?

Pronto la jovencita "enganchó" con el jefe, y se convirtió en su "querida". La dama fue botada de su cargo. Consideraron que su actitud fue "desleal".

No importa lo que pase. Seguiré siendo un "redentor"...




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