Tras los excesos del carnaval, los panameños vuelven hoy a su triste realidad. También se inicia el periodo de la Cuaresma, el tiempo litúrgico que ofrece la Iglesia a los fieles para renueven su fe en Dios.
Desde hoy Miércoles de Cenizas, el color morado forma parte de la ambientación de los ritos religiosos y la imposición de cenizas integra los símbolos del período preparatorio para la Pascua.
Después del desenfreno de la fiesta de Momo, los panameños deben reconciliarse con Dios, hacer actos de arrepentimiento de los pecados cometidos y prometer ser un mejor cristiano.
La Cuaresma es como el toque de trompeta, para que los católicos emprendan el camino a la conversión y renovación de su amor al Señor.
Hoy muchos viven en pobreza material, pero también una mayoría se enfrenta a la pobreza espiritual, la cual algunas veces provoca mayores carencias que vivir sin recursos materiales.
Fueron 96 horas ofrecidas a las pasiones de la carne durante estos cuatro días que duró el carnaval. Ahora, es tiempo de ofrecer mayor devoción en la búsqueda de la verdad que conduzca a la vida eterna ofrecida gratis a través del sacrificio que dio Jesús por los pecados de la humanidad.
Jesús invita. Toca la puerta de los corazones de millones. Algunos abren, otros aún lo rechazan, pero la misericordia permanece porque El no puede negarse así mismo. Enterrada la sardina, los panameños deben dedicar tiempo para escudriñar las escrituras en familia.