Al menos 16 civiles murieron y veinte quedaron heridos en un fuego cruzado entre tropas norteamericanas e insurgentes afganos que se produjo tras un ataque con explosivos contra un convoy militar en la provincia oriental de Nangarhar.
El suceso ocurrió la mañana del domingo en las afueras de la capital provincial, Jalalabad, en la carretera que enlaza con Torkham, en la frontera con Pakistán.
EL convoy de tropas extranjeras fue objeto de un ataque suicida, informó el portavoz de la Policía provincial, Abdul Ghafour Khan.
Según Khan, tras la ofensiva contra uno de los vehículos, los soldados abrieron fuego contra la multitud y causaron ocho muertos y el mismo número de heridos entre civiles.
Horas más tarde, el portavoz del gobernador provincial, Noor Agha Zewak, elevó a 16 la cifra de muertos y a 25 los heridos que sucumbieron al "ataque suicida".
La comandancia de las fuerzas estadounidenses destacadas en Afganistán precisó que 24 de los heridos son civiles y el otro uno de sus soldados.
Según la versión norteamericana, difundida en un comunicado, un "vehículo que portaba un artefacto explosivo improvisado detonó cerca" del convoy cuando patrullaba el aeropuerto de Jalalabad.